Esto que les voy a narrar es una historia real que se repite mucho en el trading y que muestra lo fácil que es caer en los espejismos y lo difícil que es salirse luego de estos.
Juan (nombre ficticio), inició una cuenta de trading con el propósito como todos de ganar dinero. Invirtió un capital pequeño, aproximadamente de 2000 usd. En el pasado Juan pudo hacer beneficios muy rápidos a su cuenta, aunque terminó perdiéndola. Después de superar el bache emocional, Juan volvió a abrir otra cuenta y trató de buscar asesoría, pero volvió a caer en la misma tentación de repetir su estilo de operativa anterior. ¿Qué hacía Juan? Buscar movimientos cortos del precio de muy alta probabilidad. Colocar un lotaje preestablecido de alto apalancamiento y omitir en muchos casos el stop loss. Este tipo de operativa le permitía a Juan hacer crecer muy rápido su cuenta. El problema estaba cuando no lograba acertar alguno de los movimientos “fáciles” y las pérdidas se comían gran parte de lo ganado hasta ese momento. Fíjense, el espejismo estaba en su máximo esplendor cuando Juan veía crecer su capital. Cuando lo perdía mucho más rápido de lo que lo ganaba, el espejismo se rompía. Luego el espejismo volvía a alimentarse y nuevamente a romperse.
Ahora veamos, al comienzo Juan estaba tranquilo y emocionalmente dispuesto a observar muy bien, a tener paciencia y a buscar los mejores movimientos “fáciles” posibles. En este momento el espejismo crece y en la mente del trader madura el apego a esta forma de operar. No obstante, a pesar del esfuerzo e inspiración con la que se opere de esta forma, en algún momento se tiene que soportar la pérdida grande. En este momento, la moral del trader se empieza a resentir y al mismo tiempo su capacidad para generar nuevas rachas de operaciones “fáciles” empieza también a decaer. Con cada pérdida la moral se va cayendo y las nuevas pérdidas se van haciendo más frecuentes. Al final el trader opera cada vez con más amargura, hasta retirar lo que le queda en su cuenta.
¿Por qué se cae la moral del trader? Porque éste se da cuenta que le sacan del bolsillo todos los días de esfuerzo que invirtió, para ganar lo que en muy poco tiempo se ha perdido. Cuando vuelve a poner operaciones es consciente de que todo lo puede volver a perder y es así, cómo la amargura le empieza a ganar la batalla a la esperanza. Después de que la persona pierde su cuenta, pasa un tiempo para que ésta se reponga emocionalmente y se replantee, volver a operar. En este momento, se cree que lo que sucedió fue mala suerte. Que con un poco más de esfuerzo y mejor suerte, las cosas pueden ser diferentes y esta vez si se tendrá éxito. La historia se volverá a repetir de una forma similar y la persona volverá a salir golpeada. Dependiendo de la persona, será el número de intentos necesarios que ésta deberá hacer, para entender que así no se debe operar.
¿Dónde está entonces la solución?
Volvamos a Juan. Juan vio en el trading una forma de hacer dinero fácil y rápido. Cree que encontró una mina de oro y en lo más profundo de su mente, esta idea está fijada. A pesar de que la realidad le demuestra que esto no es así, el sigue insistiendo. Lamentablemente quitar esta idea cuando se ha fijado es un proceso necesariamente doloroso a nivel emocional. Doloroso por la ilusión rota y por el tiempo y el dinero perdidos.
La paradoja si es que se le puede llamar así, es que el trading en realidad si es un negocio muy lucrativo. Lo que sucede es que se debe llevar a cabo de una forma mucho más estructurada de lo que Juan hace y que sí bien las ganancias no son tan exageradas en términos porcentuales como el espejismo lo sugiere, si pueden ser bastante buenas y atractivas.
Ahora bien, sigamos analizando la situación. En el trading debes trabajar profesionalmente, es decir de forma estructurada. Debes gestionar el riesgo. Jamás entrar a una posición sin un stop loss correctamente puesto. Debes entender que tu trabajo se trata de probabilidades. Que es normal que se tengan perdidas en algunas operaciones. Que puedes tener días de ganancias y días de pérdidas (te debes enfocar en controlar tu balance entre pérdidas y ganancias). Otra cuestión fundamental, es que debes cuidar tus ratios beneficio costo en tus operaciones. Lo puedes hacer cuando tomas ganancias parciales de una entrada o cuando la planteas.
Ya para ir finalizando y que no se alargue mucho este post, no está de más decir, que se debe operar con buenos conocimientos técnicos de base. Si estos no están, no se puede operar de forma sería. Así que la prioridad número uno para operar, es adquirir las herramientas para poder entender los gráficos. Después creamos la habilidad operativa y todo lo demás que explico en este artículo.
Señores, que están empezando o se sienten identificados con lo escrito aquí, ojalá estas palabras les sirvan para reflexionar y tomar correctivos a tiempo. Muchos además de Juan, en algún momento pasamos por esto. Aprovechen las experiencias de los demás. Un saludo, Fabián Velandia.
