Una estructura de mercado es una conjunción de factores técnicos que involucran múltiples conceptos, cómo las zonas del precio, la tendencia, las velas y las escalas de tiempo, entre otros. Operar partiendo de una estructura robusta, implica que los movimientos que buscamos con cada operación ya los conocemos. Esto nos permite:
- Conocer el mejor punto para tomar el objetivo de la operación. Es decir, aquel al que tenemos mayor probabilidad de llegar.
- Saber en qué momento tomar la entrada.
- Tener claro donde proteger la operación si el precio se viene en contra y por tanto hasta donde soportar una pérdida.
- Tener un referente de la duración de la operación y utilizarlo para prevenir perdidas
- Tener una idea clara de la calidad de la operación de acuerdo a la calidad de la estructura utilizada. Esto permite tomar decisiones con más confianza a la hora de gestionar las operaciones una vez abiertas.
Así las cosas, operar partiendo de una estructura técnica, es una base primordial para incrementar la confianza en nuestra operativa. Nos ayuda a eliminar la improvisación y nos ayuda también, a tomar decisiones más certeras. Esto tiene un impacto fuerte en nuestra psicología operativa. Operar de esta forma permite ganar experiencia y crecer en habilidad.
Ahora bien, decantar una estructura implica trabajo de backtesting. Es decir, trabajo sobre un gráfico basado en data histórica. Se puede iniciar probando una estrategia y buscando todos los detalles que se presentan en las operaciones que resultan ganadoras con dicha estrategia. Por ejemplo, la fuerza de la tendencia, la cercanía con zonas del precio, la potencia de las velas o su debilidad, la fuerza de la confirmación, entre otras. Lo anterior permitirá ir encontrando fundamentos técnicos que nos ayuden a entender mejor nuestras operaciones ganadoras y por tanto a replicarlos en busca de los mismos resultados. Así las cosas, una estructura es la base técnica de una estrategia. Es decir, la estrategia tiene además en cuenta, aspectos cómo: que tipos de activos operar, que riesgo asumir, que temporalidades utilizar…
Para ir concluyendo, el trading es un oficio donde se debe conservar la tranquilidad y para ello es fundamental, tener una idea clara de lo que estamos haciendo cuando tomamos una operación. La ausencia de lo anterior nos lleva a la improvisación y con ésta, a sentimientos cómo la angustia, el estrés y la desilusión. La idea con el concepto de estructura, de ir más allá de lo que una estrategia suele mostrarnos con indicaciones muy generales, es precisamente la de cimentar buenas raíces para atacar las razones que hacen tan complejo el manejo de las emociones al operar.
El proceso de aprendizaje siguiendo un buen método implica tiempo y también esfuerzos. Mi consejo es: Asegúrate de tenerlo antes de embarcarte en esta empresa y empezar a hacer esfuerzos que no te conduzcan a ninguna parte. Como siempre, espero serles de aporte con estos artículos y desearles éxitos en todo lo que emprendan, pasando por el trading.