Mucha gente se está acercando al trading con la idea de multiplicar capitales en poco tiempo. Técnicamente es posible pero se necesita tener un alto nivel de habilidad y el estar dispuesto a pesar de ser hábil, a perder todo o buena parte de ese capital inicial en algún momento. Dicha operativa es altamente estresante porque implica manejar niveles altos de riesgo y nos hace muy difícil asumir las posiciones perdedoras. Cuando no podemos asumir pérdidas, estamos hablando de forzar nuestra habilidad a puntos en los cuales queremos rozar con la clarividencia. Los traders con el tiempo evolucionamos hasta tener la comprensión de que debemos asumir perdidas como parte de nuestra actividad y para lograrlo, hacemos que sean pérdidas asumibles ósea perdidas controladas. Para tener pérdidas asumibles, se manejan porcentajes bajos de riesgo con base en tamaños de cuenta que se asemejan, a lo que invertiríamos en la compra de un vehículo o la apertura de un negocio.
No hay atajo en el trading hacía la riqueza. Hay espejismos que se deben superar con madurez. El trading es un negocio rentable donde no se lidia con empleados o costos fijos pero que lógicamente implica la necesidad de tener un conocimiento sólido y un capital para montarlo. También hay posibilidad de que el trader pueda hacerse a capital de terceros, aunque esta viene siendo una forma de hacer crecer el negocio una vez se es rentable con el capital propio.
Por último, cómo en cualquier negocio, es altamente deseable que no lo hagas principalmente por el dinero. En el caso del trading, hazlo si te apasionan las gráficas, si te hace ilusión aprender a analizar un precio y trabajar metódicamente día a día siguiendo estrategias de operación.